lunes, 31 de enero de 2011

continuaciones

¿Y cómo se empieza un blog?

Sinceramente no se me ocurre nada especial porque es sólo este blog lo que empieza. No ha ocurrido ningún cambio importante en mi vida. No acabo de mudarme a otra ciudad, ni tan siquiera estoy regresando a ningún lado... No acabo de dejar una relación de 15 años y ni siquiera perdí mi trabajo. El 2011 ya tiene un mes de vida... No sé. Nada empieza ahora salvo este blog. O quizás sí empieza una voluntad de querer estar menos lejos. Menos lejos de mi patria. Y no os asustéis por la palabra. En mi tierra solemos temblar cuando la escuchamos... Pero la patria son los amigos, como decía Bryce Echevique en boca de mi bienamado Martín (intuyo que los citaré mucho a ambos si a este blog le da por sobrevivir... tengo una especie de obsesión por su manera simple de decir verdades). Y recientemente me he sentido más lejos de lo quisiera de alguien a quien no quisiera perder, aunque no sé si ya es tarde... Y aunque he decidido estar donde estoy porque es lo que quiero, a veces pesa mucho estar lejos y no poder escaparte un momento para arreglar un mal rollo. Para decirle "te necesito" a quien sea mirándole a los ojos, y no tener que pensar cómo escribirlo en un mail y tratar de conseguir ser igual de transparente que un ojo que te mira (es imposible). O gastar uno de los dos "vales de teletransporte anuales" que yo nos deseo a todos para poder volver, viajar, conocer, mirar, tocar... para lo que sea. Yo creo que siempre los gastaría volviendo porque quizás me pase la vida yéndome y de repente aparecen tantas ganas de volver, de poder estar un poco... Aunque seguro que alguna vez daban ganas de malgastar uno de ellos para ir al baño. Cuando la vejiga aprieta debajo de las mantas o a mitad de una buena peli. Por eso no pueden ser más de dos al año. Si no terminaríamos cagándonos, literalmente, en ellos...

Y aquí bajo una foto de los últimos cambios en mi oficina, para no tener que gastar un valioso bono de teletransportarte para subir al piso de arriba... aunque ahora ya no nos enteremos de lo que pasa ahí fuera...